Podría pasar
Hoy van a pasar todas las estaciones desde que somos menos de nuestra especie, lo que antiguamente llamaban “un año”. Ahora no usamos “números” para decir una cantidad, las cosas son muchas o pocas. Solo la gente antigua de la playa usa “números”, esos a los que llamamos no-evolucionados.
Ellos comen animales de los pocos que viven hoy en día, porque según ellos dicen, antes tenían vacas y pollos (parecidos a manchados) que sabían muy bien y daban beneficios. Pero ahora, para ellos, hay más “basura” que animales, por eso los antiguos de las ciudades han evolucionado y existimos nosotros. En las épocas de mucho sol (realmente todas las épocas están llenas de sol), cuando los antiguos viven bajo tierra porque hace más calor que cuando La Tierra era sana, nosotros nos tumbamos sobre montañas de latas y restos de a lo que ellos llamaban casas y fábricas, y entonces nuestra piel absorbe las sustancias que mataron las plantas bonitas y la atmósfera.
Como empecé diciendo, nosotros somos pocos. La última estación de menos calor Huevo-Frito (Muy-Viejo para nosotros) se murió y ahora solo quedamos Muchos-Saltamontes, Flor del Desierto y yo, Azul. Nos ponen nombres de cosas que les recuerdan a lo que había antes porque tienen la esperanza de que nosotros podamos limpiar el planeta y que vuelva a haber de esas cosas. Los playeros me llaman así porque mis ojos son de color azul, no como los ojos de los demás. Ellos tienen los ojos grises, blancos o negros y hablan de cuando la gente los tenía azules, verdes o marrones.
Cuando los antiguos se refieren a nosotros, nos dicen “los tres”, yo se que es uno de esos números de los que usaban antes. La historia de ese nombre trata sobre huevos de humanos y algo que pasa desde hace mucho tiempo, pero para mi no es una historia interesante. Ellos son más que “los tres” (nosotros), pero no muchos. Dicen que el mundo es muy grande y que en otros lugares de la Tierra viven mas como ellos.
En las épocas en las que ellos están en la playa, solemos ir a estar con ellos, nos cuentan historias muy interesantes sobre la Tierra, la Gran Destrucción y otras cosas más (aunque hay alguna que otra aburrida, como la de “los tres”). Dicen que sus familias vienen contando que hace tiempo “la tecnología” de las ciudades empezó a destrozar el planeta, pero poco a poco y solo algunos se dieron cuenta, pero otros estaban obsesionados con papeles y monedas llamadas “dinero”. Esos restos son ahora de lo que nos alimentamos en las estaciones de calor (comemos en las estaciones de calor, cuando los no-evolucionados están bajo tierra). En la Gran Destrucción también entra que parte de “Asia” (uno de los nombres que le dieron a un trozo del planeta) fue destrozado por (para mí) un planeta que orbitaba alrededor de este planeta por las noches llamado “Luna” y que “América” (otro trozo de tierra) fue destruida por los mismos que vivían allí.
También hay historias sobre otros sitios con nombres como África y Oceanía y un sitio llamado “escuela” que era donde todos aprendían esto. Yo me di cuenta de que según las características que dan de Oceanía, es la Gran Isla. Desde allí fueron transportadas la mayoría de las plantas al resto del planeta (además que de un refugio de plantas de “América”). Me gusta la Gran Isla, se parece a la playa donde viven los antiguos. Nosotros vivimos donde ellos no pueden pasar, el aire de las zonas contaminadas es muy fuerte y muy calentito (cosa que a nosotros nos gusta mucho).
Dentro de los grandes trozos de Tierra con nombre, estaba dividido en más partes (a lo que llamaban países) y dentro de los “países” estaban las “ciudades” y los “pueblos”. Además de todas esas cosas que hacían parecer a las personas que vivían en un lugar diferentes que las que vivían en otro, muchos usaban lenguas diferentes y tenían religiones diferentes. Hasta que de cada lengua y de cada religión no quedaban muchos, así que decidieron hablar una lengua mucho más antigua aún, el latín, y las religiones fueron olvidadas, aunque realmente los antiguos rezan al sol, al tiempo y a nosotros. Opinamos que lo de dejar a un lado todas aquellas tonterías sobre diferenciarse entre ellos, es una decisión sabia, y también es la razón de que Muchos-Saltamontes les llame optimus.
Ahora solo queda seguir como estamos, puede ser que consigamos devolverle la vida al planeta. Por lo menos para que los humanos que se dieron cuenta de que el planeta estaba muriendo, no se queden con el pensamiento de culpa.
Ana Belén Riesco 2 ESO
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